Hoy he entrado en mi blog. Este blog. Mi blog.
He mirado las estadísticas por si alguien había cogido la llave de debajo del felpudo.
No.
Nadie.
El contador decía que había tenido 0 visitas la última hora. Unas pocas más en el día. Así pues, me he sonreído. Hay blogs para ser leídos, e historias para ser escritas en un blog. Lo mío, por fortuna/desgracia es lo segundo.
Me he quitado los zapatos, y la camisa. He andado descalzo hasta la nevera y he sacado una cerveza. He encendido un cigarrillo, me he sentado en mi sofá, y he puesto los pies encima de mi blog. Y aquí estoy, riéndome de los enlaces, las visitas, y escuchando una vieja canción.
Da gusto estar en casa después de un largo viaje.
Feliz año 2011. A todos. Espero verles el año que viene, y aunque no sea así les doy las gracias por este año. Ahora sigo, pero déjenme que disfrute de mi casa en una entrada vacía. Este blog.