Buenas
Yo nunca fui mitómano. Soy bastante irreverente y tengo problemas para aceptar la autoridad. Tampoco pretendo ofender a nadie con esta entrada, mucho menos en un día como este que hemos conocido el fallecimiento de Steve Jobs. No obstante cómo dice la entradilla de mi blog busco rastros de humanidad en la tecnología, y si por algo me interesaron los blogs era por la posibilidad de expresar la opinión propia, y buscar otros puntos de vista. Yo voy a intentar hacerlo con la figura de Jobs en un momento en que todo el mundo lo califica de visionario que cambió el mundo. Creo que al sr Jobs le gustaría leer otras formas de ver las cosas.
Steve Jobs dirigió una de las compañías más significadas del mundo tecnológico, Apple. Y el mejor producto de Apple, el más atractivo, fue el sr Jobs. Apple, a parte de unos productos estupendos, es imagen, mucha imagen. Jobs sabía mucho sobre eso y era un maestro en manejarla. Desde las keynotes, la forma de vestir, de presentar, de hablar, de guardar un secreto hasta el último momento, de crear buzz. Era, en definitiva, la máxima expresión del viejo principio del marketing de: “ellos no saben lo que quieren hasta que yo se lo enseño”. Sin embargo pienso que cuando analizas el impacto de una persona en el mundo uno debe responder a la pregunta ¿Qué hubiera ocurrido si no hubiera pasado por el esta persona?
Desde el punto de vista de la tecnología, con todos los peros y giros que queramos darle, Jobs y Apple seguramente han aportado muchísimo al mundo, pero deberíamos detallar que entendemos por mundo. Según mi punto de vista hablamos del primer mundo, el del consumo, el de que su target eran y son ciudadanos privilegiados con un poder económico aceptable que les permite acceder a unos productos en muchos casos exclusivos y que proporcionan una imagen e identifican a sus propietarios con un colectivo muy determinado. No a todo el mundo, insisto, al primero. Yo creo que para afirmar que alguien ha cambiado el mundo se debe referir a la totalidad del mismo. Ni siquiera la aportación de Jobs en Pixar está al acceso de cualquiera en este planeta. Por tanto, discrepo.
En la tecnología el acierto de Jobs fue la innovación en la forma de hacer las cosas, no en cosas nuevas que hacer. Hablar por un teléfono, recibir correo, manejar una pantalla con los dedos, portátiles ultraligeros, etc., etc., ya los teníamos y los tendremos. Creo, repito, es que el acierto fue innovar en el cómo, reducirlo a la forma simple, pero no en el qué. Un gran valor sin duda.
Jobs creo un mundo privativo, en el que todo está cerrado ,cómo Microsoft, haciéndole a uno dependiente, y excesivamente costoso (lo que daba y da un aire de exclusividad a sus propietarios y usuarios). El efecto de esto no es cerrar brechas entre unos u otros, todo lo contrario. Es abrirlas. Diferenciar. Apartar. No es la imagen de un mundo perfecto, al menos para mí. No es el cambio que uno quiere, ni la dirección del mismo que uno espera de alguien tan respetado.
Por tanto me quedo con Steve, no con Jobs. Con el hombre que en 2005 dio ese discurso en Stanford. Con el que se enfrentó a la enfermedad sabiendo que estaba perdida esa pelea, y que en cambio hasta el último día, dio batalla haciendo lo que más le gustaba y en lo que más creía.
Por ello gracias Steve.
Saludos
Muy cierto, es de pena ajena ver como le lloran los estereotipicos «fanboys» que lo alaban por sus aspectos mas frivolos.
Toda vida es valiosa, y hay que enterarse de la historia completa. Por ejemplo otra perdida lamentable fue la del canadiense Ralph Steinman, inmunologo que sentó bases importantes en el estudio de las dendritas http://en.wikipedia.org/wiki/Ralph_M._Steinman
En fin, crea culto y tus seguidores harán el ruido protagonico que te merecias.
Buena reflexión Marcelino. Yo me quedo con ambos lados del personaje, en él humano sin duda coincido contigo.
En el profesional quien me conoce sabe lo crítico qué soy con Apple, pero sin dura también té diré qué me gustaría contar con gente similar liderando empresas de este país, con esa capacidad de innovación y generar desarrollo.