Buenas
Dice el diccionario que la resistencia pasiva consiste en la “Renuncia a hacer o cumplir algo”, pero tiene otra acepción más, señores de la autoridad : “ La que en una máquina dificulta su movimiento y disminuye su efecto útil; p. ej., el rozamiento, los choques, etc.”
Desde que empezó todo este jaleo de la crisis, la desconfianza de los mercados hacia la deuda, las agencias de calificación, el “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, el abrir los telediarios temblando, los recortes y más recortes, el anuncio de que la sanidad y la educación no eran intocables, las amnistías fiscales, la corrupción juzgada y puesta en la calle , los despilfarros en obras imposibles de mantener y absolutamente inútiles, personas en las plazas quejándose, la falta de explicaciones, el mirar balances contables en vez de a los ojos de los ciudadanos, escuchar a banqueros en vez de al pueblo, etc, , solamente una cosa no ha cambiado : Yo sigo teniendo mi trabajo (2 hermanos míos no pueden decir lo mismo) y sigo pagando cada vez más, y recibiendo menos. Y los míos, también.
Por tanto he de decirles que yo me apunto a la primera acepción del diccionario y renuncio a callarme, y a ustedes les apunto a la segunda, porque si alguien es responsable de todo este disparate que nos impide avanzar, o mejorar, son ustedes, no yo.
Saludos de un resistente