Señora González-Sinde, perdone, pero se ha vuelto a equivocar.
Verá usted, si la SGAE no representa a los artistas (sea lo que sea un artista), usted no sabe lo que es un internauta. La voy a ayudar. Un internauta es un señor bajito, con bigote y vestido de torero, o una señora vestida de flamenca. Ahora mire alrededor de la mesa donde ha citado usted a la patronal de internet, y piense lo que ve.
Estos señores no representan a los internautas, porque eso para ellos es una camiseta más de las que tienen en el armario para defender sus intereses particulares, y no lo de los internautas (recuerde los señores y señoras bajitos o vestidos de flamencas). Si usted quiere hacer la prueba convoque un día a su despacho a “emprendedores”, “innovadores”, “gurús de eventos”, “conferenciantes dosceriles”, y cuando vuelva usted a mirar alrededor de su despacho verá usted a las mismas personas.
Esos señores, no me representan, cosa que a usted y a ellos le da exactamente igual, porque van a hablar de lo “suyo”, dicho sea de paso, y como a mi, creo que a miles o millones de personas con acceso a la banda ancha (eso es un internauta). Esos señores están en muchos casos preocupados porque usted, con la modificación de la LSSI e incorporando el apartado de derechos de autor, ha puesto en peligro su negocio, su dinero, su emprendimiento y su innovación. Y lo ha hecho por la sencilla razón de que en sus blogs comerciales (ellos sí están en esto con ánimo de lucro) el 99 % del contenido viene de los medios, esos que estos mismos declaran como muertos cuando se ponen la camiseta del 5º poder. Y con la ley en la mano, los medios les pueden cerrar el negocio, simplemente alegando que el material que venden en sus tenderetes tiene su origen y autoría en la moribunda prensa, la moribunda televisión y un montón de zombis más que ponen su pasta en ese negocio.
Eso es lo que tiene usted en su mesa.
Y para demostrarle que lo que digo es cierto ( o quizás no, porque yo no soy un referente, influyente, premiado en bitácoras, meneado hasta la muerte con cualquier eructo que lance, pagado por una columnilla aquí, un post patrocinado allá, o una charla a una empresilla a ver si pican) le diré que en estos tiempos de la web 2.0 unos tipos, creo que 40, en una cueva, (o Google Wave) como un conocido cuento, se han conjurado de una vez para dar el salto a la vida pública y proyectar su pretenciosidad, su soberbia, su falta de escrúpulos y su hipocresía. Note usted que en esta era de conocimiento, conversación y dos cerismo, donde los usuarios mandan, no sabemos ni quienes han sido, ni que han hablado, ni que les preocupa, ni nada de nada. Eso en la era donde más medios hay para que haya transparencia, luz y taquígrafos. Donde más rápido se transmite la información. Donde todo el mundo participa. Vamos, en Disneylandia. Como le decía, 40 tipos salen de una cueva y acaban encerrados en un despacho cerrado (del que tampoco sabremos más que lo que nos quieran contar) con usted, para solucionar algo que ellos califican como golpe de estado, interés general y muchas más tonterías, que al final viene a ser lo de siempre en este país. Yo primero, y después yo y lo mío.
Y usted lo consiente.
Así pues, ya que están los prohombres con usted, y no va a leer nada de lo que aquí escribo, la hago saber que este bajito, con bigote y vestido de torero que esto escribe, tiene una preocupación muy gorda y otras más pequeñas. La más grande, como internauta, es que pueda seguir conectado a la red.
Y esto conlleva que tenga un trabajo estable y un sueldo digno, que me permita pagar una de las conexiones peores y más caras del mundo civilizado. Que tenga un domicilio (vulgo casa) y que la pueda mantener sin que un banco me la quite porque no puedo pagar mi hipoteca en esta gran crisis mundial que vivimos. Que tenga salud para disfrutarla, y una sanidad eficiente y digna por si renqueo, que ya estoy un poco mayor. Que mi hija pueda también disfrutar de las ventajas que la tecnología la ofrece porque en su colegio esto de Internet no sea lo que usan para ver vídeos de Fama a Bailar, sino una herramienta tan común como el bolígrafo y el papel. Ah, y que mis padres, mis mayores, no estén preocupados si les llega la pensión infame que se han ganado, y eso me deje contarles el ultimo chascarrillo de la red para echarnos unas risas.
Esas son mis preocupaciones como internauta. Y si quiere otro día hablamos de las pequeñas, como es eso de los enlaces y las descargas, aunque ya veo que sus intereses y los de sus interlocutores no coinciden con los míos.
Sabe, decía Torrente Ballester que no podía desear que ganaran los buenos, porque no sabía quiénes eran. Yo lo subscribo.
Saludos, y disfruten de su ración de cancamusa. No sabe usted el mal que le está haciendo a este país. En cambio ellos lo saben perfectamente. Y ahora ya la dejo a usted en paz, con sus quehaceres, y me voy a descargar algo mientras puedo.
Saludos señora Sinde
Qué triste, un gobierno y una oposición de este, que no saben nunca por dónde les da el aire en la red, como siempre intentando salvar los intereses privados de cuatro, se junta con otros autoproclamados expertos en nada, para no arreglar nada. El fabuloso mundo del circo.
Jeje. Una vez más, lo vuelves a bordar.
La verdad es que yo cuando he visto las imágenes, me he preguntado por qué no me habían llamado a mí para la reunión.
Tengo Blog, también coordino un pequeño proyecto digital en esto de Internet… qué pasa, que yo no represento a nadie. Quizá a muchos más de los que había en esa mesa…
«Fuese y no hubo nada» Don Juan Tenorio
Me gusta lo de «la Patronal», yo los llamaba autoproclamados gurús, pero me gusta más «la Patronal» suena a mafieta.
Las charlas, conferencias, eventos, etc se las reparten a primeros de año (unas veces están como conferenciantes y otras como público); es como la película «Amanece que no es poco» donde se reparten los papeles cada año (¡joder otra vez me ha tocado se la puta! y encima ponemos la cama)
Grande Marcelino.
El papel de bloguero amargado y consumido por la envidia lo borda usted. A la perfección.
Jose
Lo que usted quiera, pero yo al menos firmo con mi nombre