Buenas
Hace tiempo que no hablo de esto. Me refiero a los abusos de menores en las redes sociales y la indolencia de las empresas multinacionales que las explotan. Supongo que es un tema que ya me ha causado bastante problemas al intentar corregir algo, los sistemas y procedimientos que debieran protegernos a nosotros y a nuestros hijos de los malos usos en las redes , y que al parecer y a pesar de lo obvio, que casi todo el mundo está en contra de estos usos, no avanza en una solución a esta epidemia. No me quejo, después de años intentando algo tan sencillo como es que las empresas multinacionales notifiquen directamente a las policías de los países de estas bestias/pederastas lo que sucede en sus redes, aportando los datos que tengan, para que sea la justicia de estos mismos países quienes dictaminen como se debe intervenir.
En fin, hoy les voy a hablar de una red social muy popular, sobre todo entre los jóvenes, y cuál es la situación real respecto a este tema. Me refiero a Instagram. Ya saben que esta red fue comprada por Facebook en 2012. Sin embargo es un buen ejemplo de cómo no existe colaboración entre distintas empresas y de lo poco que han aprendido en estos años de lucha contra la pederastia en la red.
Instagram es principalmente una red social donde se suben imágenes y cuya característica principal es el uso del móvil para su manejo. A pesar de tener prohibido el uso a menores de 14 años no es infrecuente encontrarse desde imágenes de menores subidas por los propios padres o cuentas de niños y niñas que con o sin autorización de los mismos son mal usadas. Lo más grave, sin quitar importancia a estos dos hechos, (el no cumplimiento de los acuerdos firmados en 2007 y adelante ante la Comunidad Europea de empresas como Facebook y demás de evitar la presencia de menores en sus redes y la irresponsabilidad de los padres que no controlan el uso que hacen sus hijos de las redes) es que esta desidia e indolencia provoca que estas redes sean usadas por groomers (adultos que se hacen pasar por menores), pedófilos y pederastas para contactar con niños y niñas o entre ellos mismos para cometer sus crímenes, intercambiar toda clase de imágenes, etc.
Instagram, como cualquier otra red social, no pasa un mínimo examen de seguridad en este aspecto. Instagram, como las demás, se limita a retirar una cuenta de su red si alguien se la señala. Nada más. No va a investigar lo ocurrido. No va a notificar a otras redes sociales que aparecen enlazadas en sus perfiles lo ocurrido. No va avisar a la policía del país del usuario que ha cometido ese crimen. Se limitan, eso sí, a cumplir la ley de Estados Unidos que les permite actuar así y no les exige ir más allá.
Cuando me refiero a que Instagram no pasa un mínimo examen de seguridad quiero decir que todos los términos conocidos usados para identificar o buscar abusos de menores, que tanto las fuerzas de seguridad, como los jueces, como las empresas y por supuesto pederastas y pedófilos, son utilizados. Tanto en los nombres de sus cuentas, como en las «bios» o descripción de las mismas. Algo que nos habla de la desidia e indolencia de unos y otros a la hora de vigilar las redes en estos aspectos. Ya vemos que en España, por ejemplo, se localizan chistes sobre Carrero Blanco pero al parecer no se puede localizar a alguien que pide expresamente pornografía infantil.
Por tanto localizar cuentas con esta temática en Instagram es extremadamente fácil. En unos segundos uno puede ver cientos y cientos de ellas. Para más inri el sistema de «recomendaciones» de cuentas que el mismo Instagram implementa apunta e invita a que sigas otras cuentas, todas de la misma temática.
Sobre si existen filtros que automáticamente banean cuentas por «mostrar pezones» y demás dejénme que les diga que dudo mucho de su existencia. En Instagram hay un montón de pornografía adulta explícita. En imágenes y vídeo. Por tanto ya les digo que estos filtros o bien son penosos o no funcionan.
Sobre las herramientas de etiquetado automático de pornografía infantil como PhotoDNA de Microsoft, utilizadas por Facebook o Twitter, y de las que he hablado en este blog, muestran una vez sus carencias. En Instagram hay imágenes que han sido denunciadas y retiradas múltiple veces hace muchísimo tiempo en Twitter y Facebook. Y sin embargo están aquí. Sin identificar.
Siendo este el panorama queda por ver que podemos hacer como usuarios ante esto. Tal como desde hace muchos años sostienen las fuerzas de seguridad en España ante algo así denunciarlos a través de los canales de policía nacional o Guardia Civil no es «práctico», puesto que no siendo evidentemente españoles, y aunque sea imposible para un usuario saber quién se esconde detrás de estas cuentas sin la participación de la misma empresa que las aloja, las fuerzas de seguridad españolas tomarán nota y lo notificarán a Instagram para que las retire. Insisto, no siendo «evidentemente españolas». El resultado de esto es como he visto durante muchos años que las cuentas son vueltas a crear una y otra vez, saltan a otras redes sociales y en definitiva el criminal que lo hace sigue su camino sin más problemas.
Eso sí, podemos usar el reporte de una imagen, cuenta o vídeo de Instagram con su propio sistema. Nos llevará 4 clic por cuenta y un montón de tiempo. Quizás así consigamos que la cuenta sea retirada en unas horas o días, y por supuesto que vuelva a ser abierta por el individuo en cuestión a los pocos minutos.
Siendo miles (literalmente) las cuentas involucradas en Instagram en estas actividades no es viable (y por supuesto no debemos ser los padres los que nos ocupemos de hacer las funciones de policía, jueces o empresas).
Sin embargo la realidad es que esto está ahí y no se están tomando medidas para acabar con ello. Yo brindo mi ayuda, como siempre y les hago mis propias recomendaciones a estas empresas. Sin embargo, no quieren oírlas.
Las recomendaciones que puedo hacer para padres y madres son las de siempre : Por favor, al menos sean responsables. Naveguen con sus hijos e hijas. Tutelen lo que hacen en las redes.
No tiene ningún sentido que nos preocupemos de con quien anda nuestra hija o hijo en la calle , como viste y a que se dedica y mientras miremos a otro lado con lo que hacen en las redes.
No podemos proteger a nuestros hijos e hijas de todos los riesgos de las redes, pero si podemos educarles para que ellos y ellas se protejan.