Buenas
Les voy a presentar a un pedófilo. No se escandalicen, es ficción. En realidad es un actor, no Nanysex, y lo que van ustedes a ver es una obra de ficción premiada en el año 2004 como ganadora del I Festival Internacional de Cine y Derechos Humanos. Seguramente si alguno de ustedes me leía en el blog que Windows Live mantiene baneado lo conocerá. No obstante y aunque les parezca muy desagradable les invito a que oigan lo que tiene que decir, porque tal como cuenta él su historia hay gente que la vive. Afortunadamente no son muchos, pero existen.
Por supuesto ya les digo que no justifico que contenido para adultos, y que debiera ser visto solo por adultos sea censurado, ¿pero qué formas de controlar eso hay, sin demagogia? Por supuesto que todos deberíamos ser adultos y responsables. Pero ellos existen, y están ahí.
Fíjense que por ejemplo en España escribir un relato de porno infantil no es un delito, si no se demuestra que esos textos han provocado un delito. Ya ven cuan preparados estamos en el mundo digital para estos temas. Cuando alguien cuelga en un blog fotos de menores, en muchos casos sus hijos, sus sobrinos, etc., debe saber muy bien lo que está haciendo. Quienes deben tener miedo son ellos, y no nosotros, ni nuestros menores, pero eso no va a evitar el problema. Es un difícil equilibrio.
La protección contra estos tipos no es la continencia en esos contenido, y quizás no sea la parte más importante, si no que pasa por la educación de los menores, el control de los padres al acceso a Internet, con quien chatean, etc. La colaboración de los proveedores, la adecuación de las leyes. Muchas cosas.
Ahora escuchen a Pablo G.M. Un pedófilo de ficción. Ya saben no tiene porque inquietarse, es cine. ¿O quizás sí tienen?
Pablo G.M., Monólogo de un pedófilo
Y por supuesto les recuerdo que para el 20 de Noviembre hay una campaña en marcha contra la pornografía infantil en la red.
Saludos