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Cuando dejé de esperar al domingo para comprar El País

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Esta es la primera portada del diario El País, el 4 de Mayo de 1976. Yo tenía 10 años y en Vallekas un repartidor con una carretilla vendía la prensa por las calles sin asfaltar. Yo era buen lector y los domingos esperábamos a mi padre que compraba el periódico para leerlo. No había Nintendos ni consolas, así que leer el periódico se había convertido en una costumbre. Diario 16, Pueblo, cualquiera de ellos, pero sobre todo el País.

Durante mucho tiempo, yo ya tenía unos años más,  El País fue a mi juicio el mejor diario con diferencia. Comprometido con la información y con las nuevas libertades era sinónimo de veracidad, al menos para mí.

Pero ahora desde mis 47 años ya miro el mundo con otros ojos. Demasiados cambios, demasiados mitos, demasiada realidad han pasado por delante para saber como es el mundo, sin necesitar que otros me lo cuenten. Por eso en un diario ya uno busca solo información, porque sabe que la opinión va a ser complicado encontrarla ajena al capital que paga por su redacción.

Ustedes dirán porque les meto esta batallita, y si me lo permiten lo explico. El 17 de Septiembre de 2008 Qualitas Equity Partners, la firma de capital riesgo participada por la familia Polanco, cierra la compra del 20% de Tuenti, la red social para jóvenes. La familia Polanco es la dueña de el diario que yo leía de joven, y día si y día también andan publicando las bondades de estar en esa red social. No es que me encorajine el que hagan publicidad encubierta, pues en la mayoría de ellos no se hace referencia alguna a este pequeño detalle de que diario y red social comparten intereses. Tampoco es que me enfade que algún conocido bloguer, tan conocido que aparece en el ranking que el mismo grupo Prisa de la familia Polanco lo califique el primer bloguer de España, el primer informático, el primer tecnólogo y nada menos que el tercero mundial, se brinde a hacer publicidad de la misma. Allá él con su credibilidad.

Me indigna que el diario que yo leía y era un símbolo de la información, al menos para mí, durante esa época tan difícil se permita publicar que quien no está en ella es un paria social, y que lo mejor pueden hacer sus hijos es pasarse las horas allí sin que usted se preocupe. Me molesta sobre manera que aquellos que se comprometieron con ideas como justicia, legalidad e igualdad se olviden de sus orígenes de una manera tan penosa, y en vez de educar, que no alertar, sobre el uso de estas herramientas se dediquen a hacer publicidad tan engañosa de algo que se vende como una revolución y una novedad, cuando no es ninguna de ambas cosas. Capitulo aparte a que se atrevan a publicar que el origen de Tuenti era un montón de niñas guapas y gente bien que invitaran a sus amigos a formar la red. No lo digo yo, lo dice su dice quien se encarga de su marketing que dice textualmente: “Había que crear un sitio exclusivo. Al que la gente deseara entrar. Pero de difícil el acceso. Como un club de élite. Desde un principio, cuenta, intentó incorporar a unas mil personas de «alto poder adquisitivo», con gran mayoría de chicas y, todo, «gente guapa» Ni respeto por las mujeres, queda.

Me entristece comprobar que, como no podía ser de otro modo, El País sufre del mal de los medios antiguos en un mundo moderno. Ese que provoca que ellos sigan pensando que pueden manipularnos, aborregarnos y hacernos comulgar con ruedas de molino, al servicio de los intereses del capital. En este caso, de su propio capital.  Tanto es así que el fundador de Tuenti es considerado uno de los 100 personajes del año por el periódico.

Mucho se ha hablado de la credibilidad de los blogs y de los bloguers. Hoy para mi queda patente cual es la del País, y les digo que ya no esperare al domingo para leer algo que aplica estos métodos, porque me puedo imaginar que es lo que prima en ese diario cuando los temas sean muchos más importantes que una red social de gente guapa. Desencantado y aprendida la lección. Así me quedo. Y sin volver a esperar para comprar el periódico que tanto añoré.

Disclaimers:

Esta entrada fue escrita en 2008. Nunca volví a comprar El País un Domingo.

Tengo un blog en la Comunidad de El País que es un resumen de este.

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