Me acabo de enterar que Elena Valenciano ha abandonado Twitter por amenazas a sus hijos. No es la primera, pero debiera ser la última persona a la que le ocurre algo así. Antes de empezar a leer ya le digo que si quiere decir que este que escribe es el tipo más idiota, lo acepto. Pero déjeme que le diga algo :
Hace poco tiempo, antes de la aparición de este mundo tecnológico, cuando uno tenía una persona cercana idiota, un hermano, un hijo, un padre o un amigo, uno escondía ese hecho. Se avergonzaba de ello. Ahora con todas las posibilidades de comunicación, expresión e intercambio de ideas debe ser que tenemos pocas cosas que comunicar, expresar e intercambiar, porque los idiotas se vengan.
Digo lo del mundo tecnológico por situar el contexto cronológicamente, no porque la tecnología sea un medio de convertirse en idiota. Claramente la tecnología solo refleja la situación, no la provoca. Ya sabemos que idiotas hubo siempre. Pero ahora más, aunque no es culpa de internet, que quede claro. Tantos años de vergüenza han sido sustituidos por un akerrale de idiotas haciendo lo que mejor hacen, idioteces.
Los tenemos de todo tipo. Los que pegan a mujeres, maltratan a sus compañeros de colegios y los dan palizas, hacen carreras ilegales poniendo en riesgo su idiota vida y las de que los rodean. Los que amenazan y exhiben signos de ideologías que no conocen porque no saben ni leer. Ya saben. De todo tipo.
Otros en cambio identifican que decir caca, culo, pedo y pis, o sus equivalentes modernos (facha, rojo, maricón, homófobo, etc.) para que la chavalería lo celebre entre algarabía, mola. Un peaje que hay que pagar desde que en este país a las teorías de la conspiración la llamaron periodismo de investigación, a los charlas de tipos y tertulianos a voces, opinión, y a la peleas de cuernos entre famosillos en sus casas, periodismo y entretenimiento de consumo con premios Ondas incluidos.
Uno pensaba que como medio alternativo igual los blogs o Twitter se libraban de ellos, pero no, aquí también los hay, y en ocasiones (más de las que a uno le gustaría), los jaleamos, los meneamos o bitacoreamos, y hasta los proponemos para premios varios. Y esto sí que es una pandemia peligrosa, porque la idiotez, si triunfa o parece que triunfa, es una enfermedad muy virulenta.
En fin, cómo les digo, los idiotas se vengan por tanto tiempo de "opresión"
Yo creo que cuando todos asistimos a esto diariamente (en Youtube, Blogs, foros, medios de comunicación, etc), y no nos da vergüenza, y que no hacemos nada por evitarlo, asistiendo al espectáculo, debiéramos volver a los viejos tiempos. Cuando aislábamos a los idiotas, los escondíamos, y ellos se avergonzaban de serlo, y de estar separados del resto.