Esos cumplo. Treinta y diecisiete. Sin embargo , de tanto tiempo usado creo que debería destacar apenas algunos minutos :
Las veces que me dijeron que sí y las que me dijeron que no. Lo que aprendí de aquello. Tolerancia y respeto.
Cuándo me libre del servicio militar por ser un inútil. Cuándo me di cuenta de que no lo era. Mi primer trabajo, y mi primer sueldo.
Mi primera llorera. Darme cuenta de que las demás lloreras eran más de lo mismo y no valía la pena perder el tiempo en eso.
El ver el mar, y como sale y se pone el sol en él. El estar en el mar, y pescar. El ser en el mar. Asturias, claro.
Algunos momentos con la familia. Muchos momentos estando solo.
Recordar temperaturas y decir : «un día como este…» . Un aroma y viajar en el tiempo gracias a ello. Un sabor.
Algunas músicas y algunas risas. Alguna cerveza. Un par de buenos libros. Ningún tuit.
El jugar al fútbol con los amigos. El ver como juegan sus hijos. El entrar en la clase de mi hija, y ver lo pequeños que son los pupitres para el enorme trabajo que se hace en ellos.
Pensar que nunca estamos a gusto con lo que tenemos, y luego pensar que nos gustaría volver atrás en el tiempo al perder eso que no apreciamos antes. No correr nunca ante la adversidad. Coger el toro por los cuernos. Decir basta. No dejar a nadie atrás tirado.
Y sobre todo uno:
El día que mi hija agarró mi dedo con su mano, y ya supe que todo lo anterior no tenía comparación alguna.
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¡Muchas felicidades Marcelino!
Un fuerte abrazo 🙂
Muchas felicidades! Nadie dijo que esto iba a ser fácil 😉
Felicidades Marcelino.
Si eres un chaval…
Un abrazo
Todo los recuerdos importantes de tu vida en una caja tan pequeña que llamamos cerebro.
El tuyo vale su peso en oro.
Abrazos.
Marce.
Con retraso te felicito… pero además aprovecho para decirte que esta, para mi, es la mejor entrada que he leído en tu página!
No hay comparación a los momentos en que nos damos cuenta de que somos papás 🙂
es increible
Felicidades