Buenas
Esta entrada sigue la invitación del Sr. Senovilla y Angel Cabrera de dedicar una entrada en este día a hablar de la solidaridad.
Solidaridad es una de las palabras que a fuerza de usarse en la red se ha devaluado. No es una cosa nueva, pues ya ha ocurrido con otras como “amigo” cuyo uso en las redes sociales no tiene el mismo significado que en la vida real, o “social” que aplicado a la redes ha perdido cualquier referencia a las capas menos favorecidas y la reivindicación de derechos básicos (lucha social) frente a los más afortunados.
Digo que se ha devaluado porque el término tal como se emplea en la red tiene que ver más con el corporativismo que con la agrupación por clases sociales. Los internautas somos un colectivo privilegiado, y creo que eso es indiscutible, y los movimientos “solidarios” son tan endogámicos como dirigidos a mantener las prebendas de nuestros privilegios. No se dirigen, en la inmensa mayoría de los casos, a extender beneficio alguno al restante de la sociedad offline, si no a mantener nuestro status.
Claros ejemplos de lo que digo lo pueden encontrar tomando el pulso diario de la blogosfera en cualquier agregado de noticias a través de sus titulares aupados a portadas. Se encontraran con cosas tan patéticas como en la situación actual de crisis económica, problemas en la educación tan graves, los niveles culturales más bajos de la historia y la difusión de la imagen del triunfo a través de los medios de individuos de la más baja estofa, los temas que indignan y provocan reacciones en los blogueros son cosas como que Google no les ha enviado una invitación para Google Wave, que no hay disponibles Iphones 3GS en las tiendas o cualquier pelea entre ombligos y egos.
Otro ejemplo de la solidaridad entre blogueros es que no se pide colaboración para enriquecer una idea o una entrada, si no menéamelo o vótame en bitácoras, remarco el “me”, no menéalo o vótalo, remarco el “lo”. Y claramente cualquier movimiento, incluso que cumpla esta defensa de privilegios que se haga en la red ,verá peligrar su éxito cuanto mayor esfuerzo requiera de quien lo siga. Por eso la manera de demostrar la solidaridad con nuestros colegas más utilizada es pegar un banner o un vídeo, cuyo trabajo es prácticamente 0. Si cualquier campaña de este tipo se presentara como “haz un banner o un vídeo sobre este tema” verían como automáticamente el seguimiento pasaría a 0.
Dicho todo esto, y por no ser coñazo, creo que la Web 2.0 y sus herramientas siguen siendo muy potentes para ser solidarios, sin duda alguna. Yo soy de los que opina que en el caso de España simplemente han llegado en el peor momento y me explicaré. Herramientas que permiten la difusión de temas tan rápidamente, en una sociedad como la nuestra, la española, perteneciente al primer mundo y donde vivimos en la sociedad de lo personal hasta el extremo más ridículo del individualismo, son usadas por esa potencia que tienen en la permanente exhibición de las personas que las usan, frente a la colaboración o el compartir conocimiento. Eso creo.
Sigo mirando al otro lado del charco, en América del Sur, donde la situación es mucho menos acomodaticia que la de los blogueros españoles, esperando a ver como se resuelve el futuro de todo esto. Quizás se decanten por encontrar uso para esto de la sociedad de la comunicación en sus problemas, muchos más graves que los nuestros, y nos encontremos con la sorpresa de ver grandes cosas allá, y ver que solidaridad y tecnología es un binomio que se puede emplear para hacer este mundo mejor, en vez de rellenar tarjetas de visita como bloguero, emprendedor o vaya usted a saber.
El caso es que la solidaridad 2.0 empieza por el cambio de las personas, y no de las herramientas que usan, y eso en cientos de años de Historia ha sido una cosa que nunca se nos ha dado bien. Ya se sabe que nosotros no descendemos de aquellos cavernícolas que habiendo cazado un ciervo lo compartían al calor del fuego, si no que nuestros genes vienen directamente del que aprovechando un descuido mató a su compañero para no tener que compartir su cena.
Saludos solidarios.
Hola Marcelino. Me he llevado una sorpresa, ya sé que suena quizás infantil, las consecuencias de tener que criar varios chiquillos. Sólo puedo decir que, como siempre que te leo, me parece que das donde duele y sin tapujos. Un abrazo y gracias de un bloguero ombliguista ;). De verdad, muchas gracias.
Angel
La lastima es que no haya podido colaborar en divulgarla debidamente. Pero ya sabes que el poco tiempo que tengo lo estoy dedicando a otras labores más jodidas
Saludos Angel
Lo sepo, o al menos lo intuyo, sobre todo después de leer tu artículo de ayer.
La solidaridad en la web 2.0, creo que es un mito. Tal vez deberíamos llamar a los cazadores de mitos a ver que conclusión obtienen.
Un gran saludo Marcelino.
y así es ( asiento a tu último párrafo ). La solidaridad, para mi, es una actitud. Una actitud en la vida.
Voy a poner un claro ejemplo. Yo padezco, como ya sabes, una Sensibilidad Quïmica Múltiple. Esta enfermedad es limitante, para mi y las personas que me rodean, pero sobre todo, para mi. Para que tú puedas estar conmigo sin hacerme daño, han de darse una serie de requisitos. Son unos cambios simples, y cuando lo piensas bien, incluso insignificantes. Pero no todo el mundo lo ve así ni está dispuesto a ello. Yo te pregunto ¿ serías tú capaz de no ponerte desodorante ni perfume sólo para estar un rato conmigo ? Extiendo la pregunta ¿ serías capaz de hacerlo por un compañer@ de trabajo con este problema ? ¿ Serías capaz de prescindir a diario de tu perfume o de tu ambientador sólo para que la persona que está a tu lado pueda trabajar en condiciones òptimas ? Y mi pregunta alcanza aún más ¿ serías capaz de hacerlo sin que suponga un sacrificio ? Esto último es para mi la solidaridad.
Estas preguntas, van para todos los que lean esta entrada y creo que son una buena reflexión.
¿ Somos capaces de cambiar hábitos de nuestra vida cotidiana por solidaridad ?
Yo en mi experiencia, me he encontrado muchas sorpresas, buenas y malas. Me quedo con ambas. Pues ambas me han hecho reflexionar y me han enseñado cosas. Y sobre todo, me han hecho que yo me haga esta misma pregunta.
Un saludo.
PD: cambiando de tema, esto ni te notifica vía email ni ná los siguientes comentarios, ¿ dónde hay q quejarse ? 😀
Me quedo con que has estado ahí como siempre al pie del cañon, es difícil ver la solidaridad ya que es tan individual y vairopinta, cada post que estoy leyendo es distinto, dicen cosas parecidas pero con diversos enfoques.
Personalmente y no por amor de padre (que también cuenta) me gustó mucho el post de Lucía, pero Jorge hizo un razonamiento tan de Hombre que me dejo con la boca abierta, seguro que no tendrá de mayor pelos en la lengua como nosotros.
De verdad que agradezco tu aportación, entre todos habéis mostrado algo importante y es que se puede y se debe hablar en libertad, los que lo han hecho lo hicieron al final sin ofender y me gustó.
Un abrazo y hoy os sigo añadiendo, me llevará días, pero mereció la pena.
Estuve este fin de semana en la sierra de mi provincia. En una aldea perdida y olvidada de dios. Pude contemplar un cielo estrellado en una noche sonora de silencios
Allí la gente poco sabe de internet. Allí la gente sabe de calor humano. Y mis vecinas saben de mi problema. Y no hay q recordarles nada. Cuando entran en mi casa, de la forma más natural del mundo, hacen lo que deben para no molestarme. Y te ayudan, y te ofrecen lo poco q tienen. y se ayudan unos a otros.
Y a nadie se le llena la boca para hablar de solidaridad. Es más. Ni siquiera forma parte de su vocabulario.
La solidaridad es un gesto espontáneo. Es un acto de generosidad en sí mismo. Es algo q es. Sin más. No hay q cambiar, aunque siempre, siempre, se puede cambiar si no es.
Un beso ( que olvidaré dentro de 10 segundos ).